Convocatoria de ponencias

Disturbios en la Cartografía

Contracartografías y cambios de paradigma

 

 

Convocatoria de ponencias

 

Temas contemporáneos en cartografía

La cartografía está íntimamente ligada al ejercicio del poder. Adoptada por imperios, iglesias, grandes empresas comerciales y Estados, ha sido un medio para controlar territorios y espacios. A gran escala, los cartógrafos debían identificar las tierras agrícolas; a pequeña escala, carreteras, ciudades y costas, y la semiología se determinaba en función de lo que era importante para la especulación o el extractivismo. Hoy, bajo las múltiples capas de mapas técnicos producidos por la geomática, se revelan las preocupaciones prioritarias de las administraciones: redes, derechos de propiedad, aquello que se puede desarrollar o que se debe proteger.

En el mundo académico, la cartografía ha sido objeto de una codificación y estandarización cada vez más meticulosa, lo que ha dado lugar a una semiología cada vez más restringida. Desde la educación primaria hasta la universitaria, un protocolo de aprendizaje inculca un sentido de lo que es importante y merece ser cartografiado según órdenes jerárquicos acordados. En el siglo XXI, los procesos de digitalización y la economía de plataformas han incorporado a la humanidad conectada a múltiples mapas donde los individuos producen continuamente información que no solo califica, sino que también valora los lugares. A partir de ahora se plantea la cuestión de esta nueva cartografía geolocalizada permanente, hasta el punto de acompañar cada acción en beneficio de los nuevos operadores privados que mercantilizan tanto los viajes como los gustos y deseos. Estos nuevos mapas ya no son simples herramientas de toma de decisiones; guían, e incluso controlan, a los usuarios mediante algoritmos cada vez más sofisticados.

Los mapas sostienen las operaciones de la gran transformación del mundo, en detrimento de los efectos de los proyectos de infraestructura sobre lo ya existente y la vida sea humana o no humana.

Esta violencia cartográfica se manifiesta también, por el contrario, en la negación de lo que no está representado en los mapas oficiales y que plantea la profunda cuestión del “reconocimiento” cartográfico.

La “deconstrucción de los mapas” ha puesto de manifiesto los problemas de poder que subyacen a la cartografía, y la comunidad académica cuestiona hoy la producción y el uso de mapas con cautela crítica. Sin embargo, con los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y la desmaterialización digital, la geovisualización ha primado sobre la cartografía, y los datos son la base del proceso de creación y análisis. El mantenimiento de bases de datos ocupa la mayor parte del tiempo de los geomáticos, y el procesamiento gráfico de su trabajo se realiza mediante software simplificados que empobrecen ampliamente la semiología cartográfica en nombre de un proceso continuo de racionalización. Los profesionales experimentan a la vez una embolia de datos cartográficos y una fragmentación del conocimiento geográfico que afecta incluso a la validación de las decisiones políticas de las administraciones territoriales.

La necesidad de una nueva cartografía se hace evidente, y surge la pregunta por el interés general, el interés público y el bien común. Porque la cartografía debe involucrar a todos los actores y facilitar el debate, la comprensión de las problemáticas territoriales y la toma de decisiones. La democratización de las técnicas cartográficas y la apertura de datos en torno a los nuevos geocomunes digitales deben facilitar la construcción de prácticas compartidas.

 

Contracartografías en cuestión

Entre estas nuevas vías, la contracartografía es quizás la más visible. Cartografía crítica, radical, activista, disidente… existen numerosos términos para describir prácticas que buscan restaurar la “justicia cartográfica”. Éstas prácticas se liberan de las normas convencionales de producción en cuanto a sus temáticas y formas y vienen a perturbar un orden cartográfico pacientemente establecido. El término contracartografía, que se basa en las nociones de contra-discurso, contra-hegemonía y de contra-poder, subraya claramente el propósito principal del gesto, proponer una visión alternativa del mundo. Debido a la diversidad de sus motivaciones y expresiones, es conveniente entonces usar el plural y hablar de contracartografías.

Un número creciente de activistas ha encontrado en esta forma de hacer mapas un campo de exploración. Las humanidades lo han aprovechado y han comenzado a cuestionar ciertos paradigmas de la cartografía. A menudo lo hacen en el marco de iniciativas de investigación-acción, que adoptan un enfoque crítico de las situaciones sociales y se proponen modificarlas.

Dado que la contracartografía no puede reducirse a una herramienta en el abanico de luchas políticas, ¿cómo podemos evaluar su impacto tanto en el ámbito político como en el de la investigación? Para intentar una respuesta, debemos extender la pregunta para abarcar la cartografía en su conjunto. Son sus supuestos positivistas, su poder performativo, sus mecanismos de producción y difusión los que deben evaluarse.

Al confrontar las escalas, la contracartografía pone también la pregunta de la transescalaridad y de la imbricación de las relaciones de poder. La contra-cartografía rehabilita en efecto la subjetividad del individuo, sus afectos y su experiencia empírica del territorio y el espacio, las contra-cartografías funcionan a la escala de lo local y lo cotidiano, pero también resuenan con las escalas de los poderes territorializados —regionales, nacionales o globales— donde se toman las decisiones políticas y económicas que afectan la vida de las personas y su entorno.

La importancia de los desafíos políticos críticos alimenta cierta reticencia a reconocer el interés de las contracartografías en producir información complementaria sobre las prácticas socioespaciales de las comunidades humanas. El término mismo de contracartografías y su connotación militante expone a los contramapas a ser acusados de parcialidad y amateurismo. Estas tensiones quizás se expliquen por una sensación de pérdida de la primacía de la experiencia de una cartografía pacientemente institucionalizada. Y quizás también por la dificultad de socavar los cimientos de los ecosistemas técnicos y científicos establecidos para la producción y validación del conocimiento, heredados a su vez de sociedades jerárquicas y desiguales.

¿Quizás estemos frente a un problema más fundamental de lo que parece, relacionado con la dinámica técnica que definiría los cánones de la producción cartográfica?¿Acaso la creciente importancia de la contracartografía no atestigua el inicio de una ampliación epistemológica de la investigación que correspondería al inicio de un proceso que, inicialmente, da lugar a divergencias en el corazón mismo de la disciplina cartográfica? Y entonces, ¿cómo podemos discernir y evaluar los nuevos conceptos, las nuevas metodologías que dan testimonio de estos cambios de paradigma? ¿Es posible, además, definir una nueva ética cartográfica?

 

Preguntas y Perspectivas

Para abordar estas preguntas, nos proponemos iniciar un debate epistemológico basado en las propuestas seleccionadas y entrecruzar las perspectivas invitando a profesionales y teóricos de la cartografía y la contracartografía a dialogar. Geografía, historia, filosofía, sociología, antropología, ciencias políticas, estadística, arte y otras disciplinas combinarán sus perspectivas con las de la cartografía, yendo desde la geomática hasta las prácticas activistas pasando por la infografía.

Investigadoras e investigadores, estudiantes de doctorado y posdoctorado, y cualquier persona involucrada en la investigación que implemente o utilice la cartografía y la contracartografía están invitados a enviar sus contribuciones en torno a proyectos o perspectivas de investigación en curso.

Nos interesa compartir este espacio con quienes producen contracartografías. Se programarán talleres previos a nuestra reunión, algunos de los cuales estarán abiertos a las y los participantes durante el fin de semana del 5 y 6 de septiembre.

La conferencia estará abierta también a profesionales que trabajan con mapas, incluyendo integrantes de gobiernos locales que están realizando múltiples experimentos complejos para considerar la intervención política.

Nuestra intención es describir dinámicas cartográficas alternativas tal como se manifiestan hoy en día y comprender qué revelan sobre los retos de la cartografía a la luz de los desafíos contemporáneos. Por lo tanto, cruzaremos epistemologías y diferentes enfoques. Estos posibles enfoques nos permitirán examinar: 

  • Perspectiva histórica y contrahistoria de la cartografía
  • Enseñanza, didáctica y formación
  • Cartografía experta, datos, SIG, estadística y algoritmos
  • Usos públicos de la cartografía en la creación de ciudades y territorios
  • Enfoques críticos feministas, ecológicos y poscoloniales
  • Prácticas activistas
  • Filosofía de la imagen, semiología, estética cartográfica y mediatización
  • Cartografías experienciales y sensibles de la vida cotidiana, representaciones e imaginarios
  • Cartografías y justicia transicional, memoria, reconocimiento y luchas

 

Disposiciones prácticas

Contribuciones

El congreso está abierto a dos tipos de contribuciones:

  • Análisis teóricos
  • Retroalimentación y sistematización de experiencias prácticas

 Estas contribuciones pueden presentarse de dos formas: 

  • una comunicación científica que se debatirá en las sesiones temáticas,
  • un póster acompañado de una nota de presentación. El póster se expondrá en el claustro de los Cordeliers y se invitará a los equipos a debatir sus planteamientos durante las sesiones dedicadas a las mesas redondas.

 

Instrucciones

Las propuestas deberán adoptar la forma de un resumen extenso de entre 5.000 y 10.000 caracteres en el que se exponga el contexto del estudio, los planteamientos metodológicos, los resultados y de 5 a 10 referencias bibliográficas de acuerdo con las normas APA. Se valorará especialmente el material iconográfico.

Fecha límite de envío de resúmenes y notas de intención: 1 de diciembre de 2025

Planeamos publicar las actas del congreso.

 

Sedes

• El congreso se celebrará los días 7, 8 y 9 de septiembre de 2026 en París, en la Universidad de la Sorbona, y se transmitirá por videoconferencia. Dos sesiones, el lunes 7 y el martes 8 de septiembre, se organizarán en un formato híbrido al final de la tarde para permitir presentaciones del continente americano.

• Los talleres se realizarán el fin de semana del 5 y 6 de septiembre en París, en sedes aún por determinar.

 

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